miércoles, 7 de octubre de 2009

La ciencia española no necesita tijeras...



... ni maquillajes "ad hoc".

Llego por los pelos a esta iniciativa... pero ahí queda... Esta Kabra, escritora de tesis y sufridora en propio pellejo de la precariedad del sistema, no puede sino sumarme a la iniciativa. ¡Qué bien queda decir a bombo y platillo que se van a tener dos convocatorias de postdocs al año!... ¡Qué desgarradora es la realidad! No hay convocatorias. Las ensoñaciones de cierto resentido mediático me están afectando en todas las facetas de mi existencia... Claro, que la alternativa... Pies en polvorosa y si te he visto no me acuerdo.

Ahora, si me disculpan...

p.d.: el blog volverá a su cauce pronto, que ya hay material gestándose por ahí.

martes, 11 de agosto de 2009

Correr por encima de Madrid tiene sus ventajas...

... y sus inconvenientes en esta época del año. Como los inconvenientes sólo son el calor afixiante y el contacto con no-ciudadanos, me regodearé en las ventajas. El cambio de corral ha ubicado a las kabras más cerca de su entorno natural. El parque por el que corro ahora empieza en la acera de enfrente y se extiende más allá de lo que esta kabra imaginaba porque no es un parque común. Tiene limitaciones físicas y según vas empalmando unos tramos con otros puedes recorrer más de 6 kms, y volver, y seguir... pero como digo no es un parque común y no tiene más limitaciones que las expuestas...

Fíjense que este parque ofrece sensaciones que en pocos sitios de esta comunidad autónoma puedes tener, porque cuando corres lo haces por encima de Madrid... surcas el cielo, subes por sus azoteas, te deslizas por su minarete... y no me estoy refiriendo a ese parque al que Lou Reed le canta... no. De lo que hablo es de puro éxtasis endorfínico. El que se consigue tras varios kilómetros recorridos a pezuñazos. Lo más duro es pasar de la elevada posición al nivel del que se partía, que es breve e intenso. Este descenso es de tocar la luna a tocar la tierra, literal. Una bajada de la Media Luna a Comala o a Contla...

Ayer, con todo el parque vacío por la lluvia, no corría por mi, sino contra mí...

Ahora, si me disculpan...

p.d.: ¿será verdad que después de la tempestad viene la calma? habrá que pensarlo...

sábado, 8 de agosto de 2009

¿Qué hizo despertar este blog...

... después de tanto tiempo en el limbo de la conciencia? Voy a romper una de las reglas no escritas de este blog y voy a reflexionar sobre política. Pues el despertador ha sido nada más y nada menos que el siguiente debate: ¿la condición de ciudadanos debe ser otorgada sin miramientos? En la antigua Roma y Grecia, tal condición era todo un estatus social, una casta, un substrato cultural del que se partía. El derecho al título de ciudadano sólo se obtenía por nacimiento de padres ciudadanos, por méritos/servicios hechos al imperio o por la compra de tal título. Sólo en algunas ciudades se otorgaba ese derecho exclusivamente por haber nacido allí. La condición de ciudadano hoy sigue siendo un compendio de derechos y ¡señores! también de DEBERES. Lo mínimo que se le debe exigir a un ciudadano es el deber de cumplir con unas normas sociales que respeten el derecho de los demás y el bien común.

Fíjense que el bien común no es: dejar basura en parques públicos que acabará en la fuente próxima...; tirar toneladas de escombros fuera de recipientes y horarios establecidos...; hablar a grito pelado cuando se asiste a un concierto público rodeado de otros asistentes...; abandonar a su suerte cacufas de perros en aceras y parques...; y tantos otros comportamientos que nos rodean... Por favor, ¿Sería descabellado el exigir ciudadanía a los ciudadanos? Efectivamente, todas las personas deben ser ciudadanas, hasta que ellos mismos demuestren lo contrario. Y después, o haces méritos para recuperarla o te quedas fuera. Ya ven, muy básico lo que acabo de escribir, pero lamentablemente mi discurso no está pulido para revestirle de formas que emplean los profesionales del asunto.

Y volvamos al ánimo explícito de este blog. Escribir sobre atributos vitales tras clausurar el último libro emprendido (¿no es todo libro un emprender?). La verdad es que en el último año he leido poco. Pero he descubierto quién es, hasta la fecha, mi escritor favorito. Borges... qué descubrimiento. Ale, un fragmento para deleitarnos:

Oh mar! oh mito! oh largo lecho!
Y sé por qué te amo. Sé que somos muy viejos.
Que ambos nos conocemos desde siglos.
Sé que en tus aguas venerandas y rientes ardió la aurora de la Vida.
(En la ceniza de una tarde terciaria vibré por primera vez en tu seno).
Oh proteico, yo he salido de ti.
¡Ambos encadenados y nómadas;
Ambos con un sed intensa de estrellas;
Ambos con esperanzas y desengaños;
Ambos, aire, luz, fuerza, oscuridades;
Ambos con nuestro vasto deseo y ambos con nuestra grande miseria.

Y bien que ahora podría traer a colación el poema sobre el reloj de arena. Es la imagen en mi mente de la realidad que me azora. Y ya ven, he perdido longitud y profundidad de las frases, todo ahora sujeto+verbo+predicado. En fin, tendré tiempo de recuperarme y disfrutar aun más. De momento contento me voy de haber roto la tendencia de quedar mis pensamientos en el limbo de la consciencia en lugar de soltarlos aquí, para que al menos en este mar eléctrico encuentren su reposo.

Ahora, si me disculpan...

p.d.: nosotras las kabras, que distinguimos más de 500 palabras y sabemos contar hasta 10, nos ganamos el derecho a ser ciudadanas esparciendo nuestra semilla y cagando placenteramente en los riscos.