…Presidencia de la Unión Europea. Buena manera de empezar un año, sí señor… Para un europeísta convencido y practicante, estupendas noticias. ¿Por qué no asistir a lo que nos tienen preparado para estos meses? Poco a poco iremos desgranando el por qué este turno de presidencia despierta gran interés en Europa y a los que nos miran desde lejos. Las claves de la expectación no crean que vienen porque Iberia sea el adalid de la europeidad, sino porque se aplicarán los mecanismos previstos en el Tratado de Lisboa. La idea simple y general sobre la que se trabaja, o la que un observador de a pie puede sacar, es que el Presidente Herman Van Rompuy va a tener equipos tri-semestrales que le apoyarán en sus tareas de presidencia… Atención, que esto es novedoso.
Fíjense, ahora van a cohabitar el nombrado presidente comunitario y el presidente de turno de un equipo de tres países coordinados. Así, en el caso de España, su equipo también está compuesto por Bélgica y Hungría, que reciben detalles pormenorizados de todas las operaciones realizadas por la presidencia vigente y que continuarán/ampliarán/modificarán las gestiones en sus respectivos turnos. En el ideario del tratado está la visión de que será el presidente comunitario quien ejerza de “maestro de ceremonias” en todas las reuniones de alto nivel para la toma de decisiones, que nos afectan a 500 millones de almas. Ahora toca la de arena: ¡¡¿Qué presidente “de turno” no va a querer sacar todo el crédito político al semestre en el que es el punto de mira de Europa?!! En mi opinión, el prestigio de un país ya no puede venir por demostrar que sabe liderar Europa, porque ya hay un líder. Por el contrario, su prestigio se debería medir por la capacidad de
CIVISMO y SOLIDARIDAD de su gobierno con el resto de europeos. Mal asunto en política el intentar encontrar esos valores. Comprender que la presidencia “de turno” debe servir como una herramienta para la presidencia “permanente” y saber ceder el protagonismo en los momentos precisos, será lo que dictamine el prestigio y europeísmo de los diferentes gobiernos. Yo no quiero que Europa se convierta en Hidra de cuatro cabezas, quiero una Europa con la que el resto del mundo se pueda comunicar llamando a un solo número de teléfono. Como expresaba Íñigo Méndez de Vigo (padre de la constitución europea) en una entrevista reciente: “Hay que cambiar el Chip”.
¿Qué hace nuestro gobierno frente a esta nueva situación? En la tribuna de antes de ayer de “El País” se expuso por ambos presidentes las líneas generales. Aprovechando el impulso ciudadano, que es claramente pro-europeísta y que siempre ha visto a Europa como una gran oportunidad (mientras dure el talonario, claro), nuestro presidente ha enarbolado la bandera del constructivismo y colaboracionismo. Sin embargo, en los medios aparecen voces dispares sobre si realmente será esta la verdadera actitud del señor presidente. Por ejemplo, en la “hackeada” web de la presidencia o en las columnas de determinados periódicos afines al régimen (la última de Jean-Marie Colombani), insisten en la idea de bicefalia… ¡¡¡señores, que NO existe tal!!! ZP no es cabeza de nada, la presidencia de “turno” no es comparable en protocolos a la permanente, pero como el mismísimo “Financial Times” expone: el gobierno español (y la prensa afín) “intentarán resaltar el "sabor" español, intentando lucirse como gran moderador” internacional.
Una de las grandes cumbres que se avecinan es la de Europa-EE.UU. Los medios internacionales esperan saber quién será el primer presidente que le de la mano a Mr. Obama (es decir, qué mano es la que conduce Europa por estas fechas). La BBC, al indicar que los españoles perderían prestigio sin Van Rompuy se lleva ese honor (es decir, Mr. Brown sería el primero), ejemplifica el tradicional escepticismo con Europa y los problemas de protagonismo que se pueden avecinar. En la otra cara de la moneda, el Die Welt alemán. Entienden que Van Rompuy debería ser el primero en darle la mano al Mr. President. ¡¡Toma ejemplo!! ¿Qué hará Zapatero? Pues ya tenemos una aproximación: en este mismo diario se especula con la idea de un “acuerdo entre caballeros” de Mr. Zapatero con Mr. Rompuy para que el presidente español ejerza el “mediáticamente efectivo papel de anfitrión”. En el blog de Rosa Díez se expresa de otra manera: “Zapatero, a hacerse fotos, que es lo que le gusta”, que “de la crisis y del empleo ya se ocuparán los que saben”. Ahí voy yo, pueblerino biempensante, y me pregunto si estoy realmente interesado en fotos a olvidar o en reclamar la voz permanente de una Europa unida y decisiva en el concierto mundial.
Ahora, si me disculpan…
p.d.: Esto es una primera página. El “tema europeo” me viene cautivando desde hace tiempo y hay muchas cosas sobre las que expresarse, aunque siempre desde la perspectiva del que está pisando la calle.
